"Calasanz e un llugá chico y está mol mal situat, de puro fiero é bonico y pareis que está penchat...."
Por 
    la guía de la provincia de Huesca de Don Adrian Hernandez y Cerezo 
    podemos saber que en el año 1908 la población contaba con 772 
    habitantes y estaba en el distrito electoral de Benabarre. Su alcalde era 
    Candido Panzano, el secretario Jaime Peirón, el juez Enrique Rami, 
    el parroco José Rodrigo y los maestros José Riverola y María 
    Gavín. Existían en ese año en la localidad dos tiendas 
    de comestibles, dos molinos de aceite, dos carpintermas, dos herrerías, 
    dos sastrerías y dos tiendas de tejidos. Los propietarios mas importantes 
    eran Ignacio Paul, Pío Naval y Ramón Sesé. 
      Tras vivir los avatares del presente 
    siglo (Alfonso XIII, la República, guerra civil, etc.) Calasanz sufre 
    el fenómeno migratorio, al igual que otras poblaciones aragonesas. 
    En el año 1970 se funden los municipios de Peralta y Calasanz con la 
    nueva denominación de Peralta de Calasanz, estando la sede municipal 
    en Peralta de la Sal. 
      En el año 
    1981, Antonio Alós Pascau publica el libro "Calasanz" con 
    el importante mérito de recoger romances y poemas en el dialecto local. 
    La obra consta de tres partes. En la primera de ellas se estudian los orígenes 
    históricos: el castillo, el escudo, los nombres de las casas, etc. 
    En la segunda se recogen poemas y romances del Siñó Matías, 
    la yaya Chías, Matías el Pastó y el yayo Ramonet, personajes 
    populares del lugar. En la tercera parte, por fin, se tocan temas diversos 
    como dichos de Calasanz, nombres de lugares del término, las campanas 
    de la torre o los gozos de la Virgen de la Ganza y de San Bartolomé. 
    Sugestivas fotografías acompañan a los textos, lo que confiere 
    a este libro el caracter de un buen trabajo sobre la vida y costumbres de 
    la localidad.