"Calasanz e un llugá chico y está mol mal situat, de puro fiero é bonico y pareis que está penchat...."
Plano de situación de la zona de Els Masos
Según
Diccionario de la Lengua Española:
mas (Del
catalán mas) Casa de campo y de labor, con tierras, apero y ganados.
Para los habitantes de
los Masos la seguridad era una de sus preocupaciónes
constantes. Las guerras carlistas del siglo pasado dejaron una secuela de
acciones violentas pues no todos los participantes entregaban las armas,
sobreviviendo como bandoleros. (Contexto del famoso bandolero Cucaracha
en los Monegros). En Benabarre, como capital del partido judicial, se produjo
más de una ejecución de estos excombatientes carlistas, acto al que eran
invitados todos los habitantes de los alredededores. Los abuelos de aquellos Masos ejercían una función, que ahora se calificaría de "inteligencia",
de identificar y de interrogar a todos los viajeros que se aproximaban al Mas. Salían a su encuentro y se interesaban
por su origen, motivo del viaje y de si iban a parar para tomar algo. Su
experiencia les indicaba si eran de fiar, huían de la justicia o se había
de alertar a la Guardia Civil de Peralta. También los niños colaboraban
en tales tareas. En una ocasión, se detuvo a comer en el Mas un viajero que despertó sospechas. Uno de los niños registró sus alforjas
y descubrió que escondían un niño muerto y grandes cuchillos. Enterada la
abuela, se asomó a la ventana y anunció a su hija que preparaba la comida:
- Ya puedes parar la mesa para dos más pues llega
la Guardia Civil.
El sospechoso, sin mediar palabra, fue a buscar sus alforjas y se alejó
a toda prisa.
Éste
era el ambiente en el que el astuto Gambelina operaba. En una ocasión apareció por el Mas y anunció que era el dueño de un gran rebaño que se dirigía a la montaña
con cuatro pastores. Pidió que se les hiciera comida para los cinco. Cuando
se acercó la hora de comer sin que se avistara el gran rebaño se hizo servir
el primer plato, luego el segundo y, por último, el postre sin que asomaran
ni rebaño, ni pastores. A la vista de tanto retraso y mostrando una gran
preocupación salió a ver qué había podido suceder. Nunca más volvieron a
ver a Gambelina por el Mas.
Pero sus andanzas continuaban. A
un niño que iba con una carga de trigo a moler al molino se le unió Gambelina,
acompañándole durante todo el recorrido y ayudándole a equilibrar la carga.
Cuando llegaron al molino, se dirigió al molinero, se hizo pasar por el
dueño del trigo y lo vendió sin que el niño pudiera evitarlo.
Foto de Familia en el Mas Nou
José Ramón Doz
Diciembre 2002